Después de las goteras, vino otro dia de lluvia. Como buenas masoquistas que somos quisimos hacer una excursión a unos laguitos "cercanos" al refugio, no hace falta decir que también ese dia llovia a mares y que los arroyos habian crecido un monton. Tarde de juegos de mesa y cerveza artesanal... hasta que empezamos a ver que las 2 personas que tenian que llegar al refugio. Sergio organiza una expedición de busqueda y la inquieta Marie se ofrece voluntaria para acompañarle. Pasaron 4 horas bajo la lluvia, en la oscuridad buscando a personas que, como más tarde supimos, canviaron de idea a medio camino. En ese tiempo nosotras estuvimos alimentando el fuego de las estufas, ayadando a Bastiana a mantener viva la duchar por si alguien de los desaparecidos o los expedicionarios venian con ganas de un baño caliente.. preocupadas por si alguien estaba lastimado.. un auténtico show!!!!
Nadie durmió tranquilo esa noche: lluvia, viento, sensación de que quizá esas personas que no aparecieron estaban en el bosque.. Y la nieve bajando cada vez más y más.. El dia siguiente, a regañadientes recogemos las cosas con la idea de llegar lo antes posible al Bolsón, no hace falta explicaros como llegamos, yo (Mercè) casi rozando la hipotermia.. las niñas de isla mediterrania somos malas para el frío, esta fue mi conclusión.
Así que después de 2 dias de recuperación y dedicarnos a placeres de la vida: comer bien, vino, helado, dormir en una cama con manta, sin tener frío y con ducha caliente!!!! Decidimos ir para la gran capital y aquí estamos en la selva de asfalto conociendo gente maravillosa y conectando con la urbanita barcelonina que teníamos olvidada.
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