Bangkok tambien tiene templos espectaculares, visitamos los más importantes, en la mayoria tienes que pagar pero valen mucho la pena. Recamomendamos mucho el recinto real, es super bonito.
De allá volamos a Laos, empezamos por Luang Prabang, es una ciudad muy cuca se nota que hay turismo de dinero. Es de estilo colonial, lo que más nos gusto fue el ritual diario de los monjes, cada mañana se levantaban a las 5 de la mañana para recolectar lo que la gente les da. Impresiona ver una fila larguísima de monjes parados esperando su porción de arrroz, gallestas y dinero.. todo iba a la urna. Monjes de todas las edades viven en los templos, dicen que la mayoria de varones acostumbran a pasar una temporada en los templos. Así que no es de extrañar que pillaramos algun monje joven fumando a escondidas.
De Luang Prabang a Vang Vieng, Navidad alternativa haciendo tubbing. Se trata de ir bajando el río a bordo de una rueda enorme, los bares de las orillas te van pescando. Allá chupitos gratis y atracciones varias, trampolines enormes, tirolesas a 10 metros de altura.. lo pasamos bien.
Siguiendo con la onda aventurera nos fuimos 3 deias de ruta en moto en la Boulevon Plateau, una meseta cafetera de tierra roja y carreteras sin asfaltar. Esos días pudimos salirnos de las rutas más turísticas, ver el estido de vida local. Acabamos la rua llenos de polvo, bajo el camuflaje de barro sólo se podian ver los dientes blancos.
El fin de año lo pasamos en las 4000 islas, Don Det fue la isla elegida. Se hizo una fiesta en la playa, luna llena de fondo y muy bien rollo, todos hablando con todos. Puestas de sol des de la hamaca, excursiones y vida tranquila.